Hoy tuve otro extraño sueño de esos que no aparentan tener mucho sentido. Me sorprende ver que de un tiempo a esta parte recuerdo a menudo mis sueños; aunque supongo que también tiene que ver que cuando nada más despertar recuerdo lo que he soñado, me lanzo al ordenador a escribirlo lo antes posible.
El de esta noche consistía en que bajaba al supermercado a comprar (por lo que veía era el Ahorramás de mi barrio en Alcalá de Henares) un huevo Kinder Sorpresa por expreso encargo de mi hermana, que es una golosa de bombones y derivados de mucho cuidado.
La cosa es que no encontraba los Kinder Sorpresa como tales, aunque sí los más diversos chocolates en tableta; pero claro, a ver quién es el valiente que no cumple un encargo de mi hermana (que es de armas tomar) y desesperado opté por pedir ayuda a una cajera que pasaba por allí.
Resulta que como es verano, los Kinder Sorpresa los retiraban de la circulación para que no se estropearan, pero a cambio habían traído una edición especial en la que venían tres huevos en un envoltorio térmico que evitaba que se derritieran. Incluso la cajera me comentaba esto un poco sorprendida, porque toadvía no había tenido ocasión de probarlos al haber llegado esa misma mañana, de modo que se acercó al almacén del supermercado y trajo un envoltorio en forma de conejo y en color rojo brillante.
Lo que ocurre es que me pidió el favor de que si podíamos abrir el envase para ver si eran los mismos huevos Kinder Sorpresa que ella conocía, pues como me había dicho antes ese formato era novedad recién llegada y no había tenido ocasión de verlos anteriormente.
Yo no me negué a ello, pero mi sorpresa fue que la chica arrancaba la cabeza al conejo para extraer a través de su cuello uno de los huevos de chocolate y romperlo en dos mitades de las que me ofreció una de ellas para zamparse ella la otra.
¿Cómo le iba a llevar el envoltorio abierto a mi hermana? ¿Cómo le iba a explicar que faltaba uno de los tres huevos porque la cajera se empeñó en probarlos? No recuerdo nada más de ese sueño, por lo que no sé si en ese onírico encargo mi cabeza habrá terminado de una pieza o rota por no haber llevado a buen término la misión que se me encomendó; pero sea como sea desperté y me encontré tumbado en mi cama y con el iPod todavía sonando en mis oídos para poner banda sonora a un extraño sueño con sabor azucarado.
es buno los de MAGIA y son divetidos …………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
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