Uno se da cuenta de lo que erosionamos los seres humanos cuando acudimos en masa a los sitios en el momento que vas a una playa sin gente y te encuentras que la orilla está tapizada de pequeñas conchas marinas de las que en pleno mes de Agosto (y en esa misma playa) no hay ni rastro porque con nuestros pies descalzos y nuestros saludables paseos untados en crema solar las hemos ido enterrado en la arena.
Estas pequeñas cosas nunca dejarán de sorprenderme.