A veces hacemos las cosas sin darnos cuentas, mecánicamente. Son rutinas que tenemos asimiladas y no nos planteamos si son las más correctas o no.
El episodio del otro día en el que me encontré un teléfono móvil en la calle y finalmente conseguí devolvérselo a su dueño me dio mucho que pensar: pensé que confiamos demasiadas cosas a un aparato que es frágil, inseguro, que llevamos siempre encima y por tanto propenso a perderse.
En el caso de Filippo me di cuenta de que lo que tenía en aquel móvil debía ser de gran importancia para él: en la agenda había decenas de teléfonos de gente de medio mundo y por la cara de alivio que puso cuando le puse el Nokia en la mano deduje que no tenía ningún tipo de copia de seguridad de todo aquello.
Y el caso es que todos hacemos lo mismo: nos dan un número de teléfono y lo apuntamos en la agenda del móvil sin hacer luego una copia en papel (o en el mismo ordenador) para que en caso de desastre podamos recuperar la información más importante. De hecho, estoy seguro de que Filippo no habría sabido nunca más de muchos de los contactos de su agenda porque viviendo en otros países lo más seguro es que no tengan otro modo de contacto.
De otras personas tal vez tenga la dirección de correo electrónico o estas personas tengan el número de la casa de Filippo; pero estoy seguro de que con muchos otros no hay más vínculo que un simple número de móvil en la agenda de un teléfono.
En fin, como os digo todo esto me ha dado bastante que pensar; y es que no podemos confiar a un dispositivo como un teléfono móvil casi toda nuestra vida social, así que más vale que tengamos una copia en papel de los número de nuestra agenda al menos.
totalmente de acuerdo contigo Luis, a veces nos dejamos absorber demasiado por la tecnología y nos olvidamos de las cosas que haciamos antes para tener el mismo fín, por ejemplo, un caso muy clasico es el uso del correo, para mi siempre ha sido más padre escrbir una carta de mi puño y letra para toda esa gente que considero especial, y el hecho de estar esperando noticias de esa persona le daba un toque insuperable a la relación porque en cierta forma el contacto ahi estaba, con la llegada del e-mail esas cosas se han perdido, cierto es que en el mismo día o incluso en minutos puedes tener la respuesta al mismo, pero ese contacto que era hasta cierto punto personal se ha perdido, ahora todo es a través de una maquina, aclaro que no estoy en contra de eso eh! todo lo contrario, pero bueno divague mucho y sólo quería llegar al punto de que la tecnología a veces nos absorve tanto que si sucede algo extraordinario (robo, falla, etc) sentimos que nos quedamos a la deriva. Salu2 😉
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Esque no poensamos que se nos pueda perder,entonces almacenamos cosas en el movil.Yo tengo una libreta donde apunto los numeros de telefono,porlo que pueda pasar,aunque ultimamente no la he actualizado.
Siempre piensas……luego lo haré,un dia me tengo que poner y lo hago……..pero la mayoria de gente no lo hace.Pero es buena idea por que si se pierde el movil chungo.
Y si dependemos mucho del movil,por que yo no sabria estar sin el,no es que lo use todo el tiempo pero sirve para estar en comunicacion con la gente.Es bueno o malo segun lo utilicemos,como todo.
En fin,buen post Luis!
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¡Veo que estamos todos en sintonía en esta entrada! 😛
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