Las hand-helds: deseos de juventud

Cuando era pequeño (hace ya muuuucho mucho tiempo 😛 ) tenía por costumbre comprar la revista Micromanía todos los meses y así estar al tanto de las novedades del mundo del videojuego, ya que por aquellas épocas internet era algo casi experimental en España y por lo tanto ese era el único medio de estar informado del tema por ser todavía una forma de ocio bastante minoritaria.

Bueno, el caso es que en las últimas páginas del número 18 leí un reportaje que tal vez me convirtió en el apasionado que soy hoy en día de las consolas portátiles: era un no muy extenso artículo que daba a conocer lo que había en ese campo todavía muy poco desarrollado de los videojuegos «de bolsillo».

handhelds

Se comentaba que Nintendo tenía en pruebas un prototipo en blanco y negro al que llamarían GameBoy y del que decían que llegarían a vender 19 millones de consolas (que al final fueron más de 100), que Sega tenía planeado sacar una portátil de 16 bits llamada GENESIS (la que aquí se conoció como MegaDrive) pero que no era portátil. Por su parte, Atari andaba liada con un proyecto de consola portátil con pantalla a color llamada LYNX que al final, como muchos sabréis, fue un fracaso bastante considerable por su poca autonomía y su gran tamaño.

Bueno, en lo que a mí me concierne, en aquella época todavía me quedaba bastante tiempo hasta que la primera GameBoy llegara a mis manos, pero sí que tenía echado el ojo a unas «máquinitas» comercializadas por Konami y que creo recordar que costaban sobre las 6000 pesetas de la época (hablamos del año 1989). Claro, en mi casa tenían pánico a aquellas máquinas infernales que te sorbían el cerebro y no te permitían pensar en otra cosa que matar monstruos o pilotar naves espaciales (padres, mirad cómo he acabado yo; no prohibáis a vuestros hijos jugar con videojuegos porque con los años recuperarán el tiempo perdido 😛 ) y debido a ello ninguna de aquellas «hand-helds» llego a mis dominios.

Sin embargo, hace pocos días vi algo en la conocida tienda online Hardcore-Gamer que me llamó la atención: era una de aquellas hand-helds de Konami, concretamente la de Nemesis (cuyo nombre en Japón es Gradius) mirándome al otro lado del monitor, esperando a que la comprara y así rescindiera mi deuda con el pasado… Dicho y hecho: al instante me hice con una de esas máquinas supuestamente portátiles y ahora mismo la tengo aquí al lado tras una sesión de fotos de «unpacking» que ahora comparto con vosotros.

No es la misma ilusión que si la hubiera conseguido con 9 años porque en la vida año tras año crecen las preocupaciones y se pierde la inocencia, pero al menos me he llevado una alegría por haber conseguido lo que hace casi 20 años se me resistió.

Más vale tarde que nunca, ¿no? 😉

4 pensamientos en “Las hand-helds: deseos de juventud

  1. A mí me ha pasado eso con la colección de consolas clásicas. Al final, casi 20 años después, las he ido consiguiendo todas. Aunque no es lo mismo, como bien dices, que cuando tienes 10-15 años, es una espinita que nos quitamos.

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