¿Tienes una hermana que se pasa las horas en su habitación probándose modelitos? ¿Te desesperas porque te has dejado la calculadora precisamente en ese cuarto, la necesitas usar por narices en ese preciso instante y sabes que la puerta no se abrirá?
¡¡Tu solución (o más bien la de tu hermana) es el curso de cambio instantáneo de ropa!!